Antecedentes
Sara, una microbióloga cuyo trabajo se enfoca a la investigación del COVID-19, necesita un espacio aislado para no comprometer la salud de su familia al tener altas probabilidades de contagio en estos procesos.
Vive con su familia en una casa en la ladera sur del centro histórico de Quito. Una construcción antigua que se ha ido adaptando a las actividades de sus usuarios. La construcciones existentes conforman un patio central con exuberante vegetación y una vista directa al centro y norte de la ciudad. Una de estas construcciones es una caja de cristal y metal, edificada recientemente, que abstrae las características de un solario que existía previamente y tuvo que ser derrocado. Actualmente esta caja de cristal alberga un taller de cerámica, una de las actividades de Sara. Este espacio se conforma por cierres laterales de cristal y una losa de 4m x 5m la cual será el sitio de emplazamiento del proyecto.
El encargo
Un espacio para dormir, estudiar y trabajar, con acceso independiente y de rápida construcción. Un presupuesto determinado para todo el proyecto, incluyendo mobiliario. Dos camas, dos escritorios y una silla colgante. La construcción debe ser desmontable y no afectar a las construcciones existentes.
La idea
Un “cuarto/refugio” donde el usuario pueda realizar todas sus actividades de forma segura y con excelentes condiciones espaciales. Un espacio armado mediante un sistema constructivo sencillo, eficiente, económico y rápido. En este predominará la madera y el vidrio. La modulación y transparencia tendrían un lenguaje similar a la caja de cristal existente y el espacio se abriría hacia el patio y vista principal.
Las dimensiones del cuarto y su modulación responderían al formato de las piezas de madera para un mínimo desperdicio.
El proyecto
Un refugio en el centro de la ciudad, planteando un sistema constructivo modular en madera de pino certificada y accesorios metálicos. Una cubierta en madera contrachapada, un balcón y un módulo de gradas para su acceso.
Se diseñan módulos estantería de 61cm de ancho, que conforman un muro de almacenamiento portante. Cada módulo se conforma por dos tablones verticales de pino, separados por una serie de repisas de tablas de pino cada 30cm. La diferencia de altura de estos dos muros portantes, generan la caída de la cubierta y la apertura de la vista hacia el norte de la ciudad. Las repisas de los módulos se desplazan 3cm hacia adentro del cuarto, dando espacio hacia afuera para un bastidor metálico fabricado en tubo de 2x2cm, el cual sujeta el vidrio o policarbonato que hacen los cierres transparentes y translúcidos del cuarto.
Los dos muros soportan una serie de vigas del mismo material, sobre las cuales se colocan paneles de madera contrachapada que coinciden con la modulación de los 61cm. Esta superficie es impermeabilizada con una lámina asfáltica para exteriores.
Los cierres frontal y posterior se componen por dos mamparas subdivididas en tres módulos. La mampara norte, es corrediza y cada uno de los paneles se mueve independientemente para poder abrir la fachada completamente hacia la vista. El cierre de esta mampara, al igual que el lateral occidental es en vidrio laminado transparente para aprovechar la vista y la luz de la tarde. La mampara Sur es fija, y al igual que el lateral oriental, se cierra con policarbonato blanco, dando privacidad hacia los lotes aledaños sin perder el ingreso de luz por la mañana.
Se propone un balcón que extiende la superficie y vuela sobre el patio, generando una visera hacia uno de los accesos de la caja de cristal y un espacio de estar al aire libre para el usuario del cuarto. Esta extensión se unifica al espacio principal cuando las mamparas están abiertas dando la percepción de estar en un espacio abierto. Este balcón es también el remate superior de las gradas de acceso, un sistema mixto de madera y metal, que generan el soporte para los tablones que serán las gradas. Las dimensiones de las gradas y el balcón, responden al tamaño de las piezas de tabón de pino que “sobran” de los muros portantes.
El mobiliario se compone por 4 piezas fuera de los muros estantería. Estas 4 piezas fueron fabricadas una vez más en metal y madera. Las necesidades del usuario fueron una cama principal de plaza y media junto a una cama retráctil de una plaza. Dos escritorios para sus estudios y trabajos, los cuales se plantean que sean plegables para liberar completamente el espacio para rutinas de ejercicio u otras actividades.
El resultado
Un espacio funcional, acogedor y seguro. Construido en un mes y dentro del presupuesto del usuario. Una estructura fácilmente expandible, desmontable y transportable. Un conjunto de piezas de bajo impacto ambiental y mínimo desperdicio.