Antecedentes
Ubicado en la Torre #4 del centro corporativo Ekopark, este local está condicionado por varios factores. En primer lugar, esta es la única torre del conjunto que posee certificación LEED, la cual genera varias exigencias a nivel constructivo, energético y de equipamiento. En segundo lugar, el local es un espacio de 290m2, de los cuales, el 70% se encuentra prácticamente en subsuelo, por lo que existe poca iluminación y ventilación natural.
El pedido fue implementar un comedor para abastecer principalmente a la torre pero con acceso libre para el público en general. Se calculó una rotación durante el día de 400 a 600 personas. Se buscaba una utilización optima del espacio, aprovechamiento de toda el área, flujos eficientes y generar un espacio que acoja actividades after-office.
El promedio de edad de los usuarios es de 35 años, y en su mayoría son ejecutivos de operaciones de grandes empresas, sin embargo, el espacio debe contemplar a grupos diversos en edades y cargos. Adicional a esto, muy cerca de esta torre, se encuentra uno de los campus de la Universidad de las Américas, lo que también generaba un grupo objetivo que podrían ser potenciales usuarios del espacio.
La idea
El espacio debe responder a las condiciones existentes y a los potenciales usuarios del entorno inmediato. Se plantea como pieza principal, un “graderío” el cual cumple tres funciones: 1_comedor, 2_graderío para eventos 3_bodega de almacenamiento. Esta pieza además de ser funcional, da una nueva percepción del espacio, generando ambientes diferenciados en toda el área del local. Adicional a esta gran pieza, se plantearon tres zonas más: Lounge, barras y mesas de comedor. Todo el mobiliario, fuera del graderío, son piezas independientes, fácilmente desplazables, con la intención de flexibilizar el espacio al máximo dando cabida a eventos como teatro, música en vivo, conferencias, espectáculos varios, cine, foros, etc. El espacio podrá adaptarse a los usuarios del centro corporativo, a eventos empresariales, a actividades académicas de la universidad aledaña, entre otros.
El uso del local estará acompañado de los puntos de distribución de comida. En primer lugar, la barra de atención principal: esta barra deberá distribuir más de 400 almuerzos ejecutivos al día. En segundo lugar, la barra de atención secundaria: con el mismo equipamiento de la barra principal, durante la noche, esta barra cambia de uso para la venta de comida rápida. En el extremo opuesto de esta barra, se encuentra una pizzería, la cual atenderá independiente a la distribución de almuerzos. Por último, todos los puntos de comida, se complementan con un bar-cafetería ubicado en el centro del espacio.
En cuanto a la adecuación en sí del local, todo debe responder a la máxima reducción de la huella de carbono. De acuerdo a la certificación LEED y a la filosofía del estudio, se desarrollaron las siguientes estrategias.
1_eliminar todo recubrimiento que no sea indispensable: Se solicitó a la constructora del centro corporativo, que no se instale cielos falsos, no se estuquen ni pinten las paredes, no se coloque ningún tipo de cerámica en los pisos ni revestimientos decorativos falsos en ningún lugar de local. Los acabados finales fueron en paredes y techo, una resina mate transparente en base a agua para sellar las superficies. En piso, un 80% del área se pulió el hormigón, y en un 20%, en las zonas de alto tráfico, se colocó resina epóxica, al igual que en toda la zona de posillería y barras por temas de limpieza y desinfección.
2_minimizar la paleta de materiales: para mobiliario se utilizó únicamente madera contrachapada y metal negro natural en distintos formatos. Todo este material fue adquirido a proveedores nacionales y trabajados con mano de obra ecuatoriana.
3_sistemas de fabricación eficientes: con el afán de optimizar al máximo el uso de los materiales, todo el diseño de mobiliario fue realizado para reducir al mínimo el desperdicio del material, reducir los tiempos de fabricación, y minimizar el transporte y movilización de piezas. Mediante fabricación digital, más de 65 paneles de madera contrachapada se cortaron mediante CNC – Router, optimizando de 85% a 95% cada panel. Esto redujo el uso del material y los costos al mínimo necesario. Todos los residuos fueron triturados y utilizados en proyectos de jardines orgánicos en la ciudad se Quito. En cuanto al metal, las dimensiones de los muebles no solo cumplen las condiciones ergonómicas, sino optimizan cada plancha de metal, o cada tubo utilizado para reducir los desperdicios al mínimo. Muchas de las piezas se modularon según el formato industrial del material y las capacidades de fabricación de los equipos y mano de obra involucrada.
4_instalaciones vistas: Toda instalación eléctrica, mecánica e hidráulica, fueron diseñadas para que cumplan a nivel funcional y estético. Esta estrategia también permite modificaciones y adaptaciones con una mínima intervención posterior. Se evidencia cualquier fallo de forma inmediata y reduce el costo y uso de materiales contaminantes importados como planchas de yeso, o cielos falsos.
5_equipos energéticamente eficientes: todos los equipos instalados fueron previamente analizados para que cumplan con las condiciones LEED, tola la iluminación el LED, reduciendo consumo energético y generación de calor en el espacio.
A parte de estas estrategias “macro”, el espacio se complementó con elementos vegetales en las zonas donde tenemos luz natural, piezas de fácil mantenimiento y alta duración en señalética, accesorios, etc. La imagen y marca también responden a lógicas de construcción y optimización. En cuanto al color, se definió el amarillo industrial para dar calidez al espacio, luminosidad y un carácter “urbano”. Se escogieron luminarias dirigibles para adaptar la iluminación a cualquier uso que se le dé al espacio, y se generaron más de 20 circuitos independientes para un control optimo de la luz. No se utiliza ningún elemento plástico en el espacio y las lógicas constructivas se evidencias en cada uno de los elementos instalados.